La Cosecha Maternal

Horror 21 to 35 years old 2000 to 5000 words Spanish

Story Content

El adolescente, Alex, retorció un último tornillo en su creación. Una elaborada cámara de tortura, un proyecto alimentado por los oscuros rincones de internet y las retorcidas fantasías compartidas con su novia, Sofía.
Alex apreció su obra. Cadenas, correas de cuero, instrumentos brillantes que prometían dolor y placer, todo cuidadosamente dispuesto en el sótano húmedo de su casa familiar.
Una voz resonó desde las escaleras, que interrumpió el flujo de ideas: ¡Oye Alex! ¿Qué diablos haces ahí todo el día? ¡Vamos a cenar!
Alex resopló. Era su madre, Elena. Siempre interrumpiendo. '¡Escucha, mamá! ¡No me molestes! ¡Estoy ocupado haciendo un regalo para mi nueva novia!', respondió, intentando ahogar el resentimiento en su voz.
Elena soltó una risa incrédula. '¿Qué? ¡Una novia! Nunca tuviste una. Será mejor que salgas y encuentres un trabajo en lugar de sentarte en un sótano todo el tiempo!'
'¡Déjame en paz, mamá! ¡Ya tengo trabajo! ¡Soy un hacker a tiempo completo!', replicó Alex. Pero en su mente, las palabras resonaban con una amargura punzante: 'Estúpida. Siempre arruinado todo.'
Una llamada de Sofía le recordó la razón detrás de su proyecto. 'Lo siento, cariño', le dijo ella, con su voz teñida de decepción, 'Tuve un problema familiar, tengo que viajar a ver a mi abuela. Voy a estar fuera por algunas semanas'. El joven gimió, sintiéndose abandonado. 'Maldita sea. ¿Dónde encontraré otra zorra con tetas enormes para divertirme?'
Minutos después, mientras jugueteaba con unas esposas de cuero, la voz de Elena resonó de nuevo desde la puerta del sótano. '¡Alex, pequeña mierda! ¡Sal ahora! ¡Estoy harta de llamarte a cenar! ¡Jesús, qué chico imposible! ¡Vas a ir a prisión como tu maldito padre!'
La mirada de Alex se oscureció. Una idea, grotesca y tentadora, comenzó a formarse. 'Ooooh si! Tengo una extraña idea...' Su madre. Ella siempre estaba ahí. Y aunque la idea lo horrorizaba un poco, el pensamiento de tenerla a su merced... lo excitaba.
Se dirigió sigilosamente a la cocina. Elena estaba de espaldas, lavando los platos con furia silenciosa. Sus caderas se movían sutilmente mientras limpiaba, y sus grandes pechos se movían con ella bajo la fina tela de su camiseta.
Alex sintió una punzada de repulsión mezclada con un deseo incontrolable. 'Mmmmm... qué culo gordo y sexy...', pensó. En su mano sostenía un trapo empapado en cloroformo. 'Es hora de decir buenas noches, mami'.
Se acercó por detrás, colocó el trapo sobre la boca y la nariz de Elena y la mantuvo presionada con fuerza. Al principio, Elena se resistió, sus manos golpeando el aire en busca de algo a lo que aferrarse. Pero pronto, la fuerza de sus extremidades comenzó a desvanecerse, los ruidos de lucha cesaron por completo.
Quince minutos de trabajo agotador. Arrastrar el cuerpo inerte de Elena al sótano fue más difícil de lo que había previsto.
Una vez allí, la colocó en el suelo, apoyada contra una pared fría. Sus dedos temblorosos le desabrocharon el delantal, lo desató y luego el delantal cayo sobre el frio piso, después le desabrocharon los botones de la blusa verde hasta dejar a la vista sus enormes pechos cubiertos por el encaje de un sujetador gris, luego sus pantalones grises de algodón, hasta que Elena quedó completamente desnuda a excepción de su sostén de encaje y su ropa interior.
Le arrastró las muñecas y tobillos, sujetándolas con firmeza a los puntos de anclaje de la cámara. Le bajó con cuidado sus bragas rosadas y las dejó tiradas a su lado en el piso, después conectó una gruesa correa a su boca y la uso como una mordaza improvisada, mordiendose sus mejillas desde el interior.
Durante un momento, se quedó admirándola. Sus pechos grandes y caídos eran prueba de sus años como madre, con aureolas que habían crecido mas desde que Alex era pequeño, no eran los pechos firmes e implantados que se veían en internet, pero eran reales. La vista lo excitaba casi tanto como lo asustaba. Casi arrepintiéndose por completo pero incapaz de parar ahora.
El traqueteo metálico de una cadena hizo que Elena gimiera y se moviera ligeramente, aún atrapada en el limbo del cloroformo.
Sus manos temblaban de anticipación y pánico al tocar sus pechos. Después sus glúteos se llevaron un suave pero intencionado apretón.
De repente, los ojos de Elena se abrieron de golpe. '¡Maldición! Me duele mucho la cabeza', murmuró confundida.
Su mirada recorrió la habitación hasta que se posó en Alex, parado frente a ella. '¿Dónde estoy? ¿Y por qué diablos estoy... desnuda?!', exclamó, su voz temblorosa con una mezcla de confusión y horror.
'¡Oh, dios mío, Alex! ¡Estás completamente loco! ¡Bájame de inmediato!', suplicó.
Alex sonrió, una mueca fría que no tenía nada que ver con el cariño. '¡Cállate perra! ¡Y disfruta el proceso!'
Arrastró una mordaza de bola hacia su boca. Luchó con la mano al rededor de esta, tratando de decir algo entre murmullos mientras Alex con su mano tomaba ambas mejillas obligándola a meterla, Elena al sentir este dolor tuvo que ceder obligandola a silenciarse. Luego comenzó el espectáculo.
Primero, sus manos golpearon el trasero desnudo de Elena con fuerza. Luego, un matamoscas, golpeó el trasero, costillas y sus pechos con una fuerza que dejó su carne enrojecida. Finalmente, un látigo de cuero zumbó en el aire, dejando marcas rojas elevadas en su piel. Las marcas, sorprendentemente, comenzaron a desaparecer rápidamente. La sangre circulaba velozmente, disipando la irritación y reduciendo cualquier rastro visible en minutos. Luego colocó una gruesa cuerda a lo largo de su entrepierna rozando sus genitales una y otra vez con diferente nivel de fuerza, primero de manera dulce y luego mas abrupta.
Elena gritaba contra la mordaza. Su cuerpo se retorcía en vano en un intento desesperado por escapar.
Cuando sintió que estaba a punto de perder el control, Alex se detuvo. Sacó dos jeringas precargadas con un líquido lechoso y brillante.
'Ya que entraste en calor, es hora de decirte para qué son estas jeringas', dijo, con su voz temblando de excitación y nerviosismo. 'Compré esta mierda en eBay. Hará que tus gordas tetas produzcan leche como una puta vaca'
Clavó una de las agujas en el pezón izquierdo de Elena, y luego el otro en el pezón restante e inyectó el líquido lentamente. El pezón pinchado e irritado provocó mas dolor y gritos en la mujer.
Instantáneamente, los pechos de Elena comenzaron a hormiguear. Un calor creció en lo profundo de sus glándulas mamarias, una sensación extraña y abrumadora. 'El líquido de las inyecciones empezó a llenar sus pechos' 'Sus glándulas mamarias empezaron a producir leche a un ritmo alarmante'. 'Sus pechos llenos de leche se sentían' Sus pechos habían estado un poco más grandes al despertar, pero ya era casi imposible pasarlo desapercibido ya que se estaban expandiendo a niveles inhumanos. Si esto funcionaba como la otra persona mencionó entonces estarían al menos al nivel de las que tenían mujeres que amamantaban niños por triplicado.
En segundos, la leche comenzó a gotear de sus pezones, formando pequeños charcos blancos en su pecho. 'Es una mala manera de desperdiciar una leche materna tan preciosa', dijo Alex, lamiendo la leche que escurría por la curva de su esternón. 'Pero no te preocupes, mami. ¡Te ordeñare en seco con mi súper máquina!'
Conectó un extractor de leche eléctrico a los pezones de Elena. La máquina cobró vida con un zumbido, chupando rítmicamente sus pechos.
Alex se puso detrás de ella y agarró su cabello con fuerza, inclinando su cabeza hacia atrás. '¡Déjame estimular tus pechos para producir aún más leche!' dijo jadeando en su oído. Con la mano restante tocó sus pechos al compás de la maquina con un toque tosco, aunque era claro el erotismo en él.
Sin dudarlo, Alex penetró a su madre. Sus gemidos, ahogados por la mordaza, llenaron el sótano. Pese a estar asqueada, y apesar del dolor por sus pechos repletos, sintió placer por ese acto abominable.
Cuando estuvo a punto de correrse, Alex desconectó el extractor y bajó a Elena de la cámara. La dejó caer sobre el frío suelo de cemento, aún atada y jadeando.
Se arrodilló sobre ella, sus testículos colgando sobre su rostro. 'Es hora de darle de comer con mi espeso esperma a ese agujero, puta!', gritó.
Sin esperar respuesta, deslizó su pene entre sus pechos hinchados y los frotó con desesperación. Finalmente, llevó su miembro a los labios de su madre y eyaculó profundamente en su boca abierta.
Cuando terminó, Alex estaba temblando, consumido por una mezcla de culpa, excitación y asco. Volvió a colocar el trapo con cloroformo sobre el rostro de Elena hasta dejarla inconsciente.
Con movimientos metódicos, limpió el cuerpo de Elena, eliminando todo rastro de su asalto. La vistió con su ropa de dormir y la cargó en brazos hasta su habitación, acostándola suavemente en su cama.
Cuando Elena se despertó, la luz del sol se filtraba a través de las cortinas de su ventana. Su cabeza latía sordamente y se sentía extrañamente desorientada. Los pechos le picaban un poco, se sentían llenos aunque era muy poco el cambio, pensó, lo más seguro es que se deba a la falta de sostén.
'Debí haberme quedado dormida después de cenar, estaba agotada' pensó, incorporándose en la cama y estirándose. 'Qué sueño más extraño...' Aunque le daba la impresión de que se había tardado un poco mas, eso tal vez fue su imaginación. Se había sentido humillada como la mierda durante ese "sueño", y algo más; estaba excitada.
Oyó la voz de Alex llamándola desde la cocina. '¿Cómo te sientes, mamá? Te preparé un café'.
Elena caminó hasta la cocina, notando que sus pechos se sentían pesados, calientes y con un leve hormigueo. Pero lo descartó como la sensación normal de estar a punto de tener su período.
Alex le entregó una taza humeante. 'Aquí tienes. Café con leche'.
Elena tomó un sorbo cauteloso. La leche era deliciosamente cremosa y tenía un dulzor sutil y extraño.
'Mmm, está delicioso. ¿Qué leche es esta?', preguntó.
Alex sonrió con calma. 'Gané un concurso en internet. El premio fue una gran cantidad de leche de vaca. Es una nueva marca, muy exclusiva. Como sabias que tenías ganas de probarla y gane mucho decidí compartirte', le dijo con naturalidad, '¿Quieres ver? tengo como 8 galones allá'señalando al refrigerador
Elena se encogió de hombros y abrió el refrigerador, encontrándose con una hilera de botellas de leche. 'Vaya, no mentías. Nunca había visto tantas etiquetas, cada una única'.
Mientras tanto, en el sótano, Alex abría la puerta de un mini refrigerador. Dentro, apiladas cuidadosamente, había otras siete botellas de leche.
Contó las botellas en ambos refrigeradores: quince en total, casi todos habían alcanzado sus máximos volúmenes disponibles para contener líquidos. Se había gastado la noche completa con esta mierda. Agarró una maquina rotuladora y cuidadosamente imprimió etiquetas diferentes para las botellas en el mini refrigerador y las de arriba
Junto a él, una computadora portátil mostraba un sitio web lleno de jerga farmacéutica, se mostraba que ambas eran inyecciones hormonales "confiables", por lo que debía haber sido una sobredosis accidental o una hipersensibilidad hormonal preexistente en su madre, y aunque quería a la novia también quería a su madre al siguiente nivel para no conformarse solo una vez por "semanas"
Además, también consultaba las actualizaciones en Ebay buscando aún más jeringas nuevas de "alta calidad" si es que acaso quería más de su nueva despensa ambulante para llenar todos los vasos y litros restantes cuando Sofía regresara.
Elena disfrutó de su café con leche, saboreando el rico sabor de su leche de una vaca ganadora. Aunque se sentía extraña al ser amordazada mientras abusaba de ella. Sentía sus pechos mas sensibles de lo que solían ser luego de haber dado luz ya que siempre volvían a sus respectivos estados neutrales después de dejar de hacerlo pero no por años después; a los diez minutos y menos en esa época.
Fuera, su madre sintió dolor por unos minutos. En el caso del sótano de Alex, no solo planeaba violarla como tal por ser una "MILF gorda con enormes tetas que puede dar mucha leche". Ella no es mas que el campo de pruebas, solo se trata de que tanta puede generar para hacer lo mismo y mas con Sofía; ese sería su primer rodeo completo; con suerte se logran sus perversas metas.
Alex cerró la puerta del sótano. Las dos dosis hormonales, había funcionado mejor de lo que pudo anticipar pero quería experimentar los alcances para ambos pechos y pezones en el siguiente encuentro, así podía decidir finalmente el alcance del futuro plan original, todo dependiendo de Sofía.
Mientras sostenía su teléfono, el cual repentinamente empieza a sonar "Entrante". 'Hola?', pregunto.
'Así que tu estúpida fantasía sexual de madre por fin se te hizo realidad!'. Aún no te creo y esperaba que fuera falso", bromeó Sofía. La mayoría que andaban con ella por lo usual esperaban algo típico. Cosas cómo que las tratasen bien y una constante muestra de atención.
'S-Si, fue increíble! De haberlo sabido que fuera posible tanto ya la habría considerado y no esperarte mas'.
Hubo silencio por otro extremo. 'Interesante' dijo. 'Ya tenía mis sospechas antes pero en fin... Espero probar toda esa leche personalmente' concluyó de manera sensual.
Alex sonrió. Al ver su teléfono tirado ahí decide colgar a la espera de lo que se depare próximamente. Las dos amaban tanto a Sofía así que él sería todo lo que necesiten sin importar la forma en que decida su nueva despensa...
Alex se quedó sentado admirando como llenaba sus dos nuevos refri con galones llenos de los pechos de ambas sabiendo cual sera cada quien mientras se lame lo poco de su sudor de una mano y mientras prepara todo y pone música sexy desde su Laptop.